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Marcela Bortoni

Nutrióloga
e Iridóloga

Tengo mal aliento

tengo mal aliento

Llega a consulta una paciente de 57 años de edad que aparentaba tener un buen estado de salud. No estaba tan lejos de su peso ideal, aunque su porcentaje de grasa si era algo elevado. Le pregunté su motivo de consulta y ella me comentó que sufría de tener mal aliento, que por más que se lavara los dientes, solo lograba disfrazar el olor por unos minutos. Por lo tanto, siempre tenía que estar mascando chicle y ya estaba cansada.

Aunque ya había visitado a médicos, ella buscaba una solución natural y permanente. Al terminar con su análisis iridológico, lo más relevante fue que su hígado se veía comprometido (al rededor del iris se veía muy manchado) y tenía demasiada acidez, incluso marcaba mucha inflamación en el esófago. Mis sospechas eran que el mal aliento eran por reflujo y/o por un hígado graso no diagnosticado — ambos pueden causar mal aliento.

Era indispensable llegar a su peso ideal y a un porcentaje saludable de grasa, y comenzar con el tratamiento natural. La prioridad del plan era limpiar el hígado y bajar la acidez. Le entregué dos menús saludables para las próximas cuatro semanas y le indiqué tomar en ayunas y antes de dormir un vaso de agua tibia con pizcas de bicarbonato para bajar la acidez, 30 gotas de cardo mariano tres veces al día para depurar el hígado, y tomar en combinación los tés easyDetox + easyPH para limpiar el organismo después del desayuno y después de la comida. Aunque el jugo quemador de grasa hubiera sido una excelente opción, pues al contener vinagre de manzana también ayuda a limpiar el hígado, tuve que prescindir de él por la acidez severa.

Al mes de la primer consulta, ya había perdido 5kg y había bajado su porcentaje de grasa, la inflamación del esófago era menor, al rededor del iris ya se veía mucho más limpio, lo cual indicaba que el hígado se estaba limpiando, y presentaba menos acidez. La paciente estaba feliz, pues aunque perder peso para ella era solo un plus, se sentía más ligera, más activa, y lo más importante, decía que su esposo y sus hijos ya no se quejaban de su mal aliento. Me comentaba que al despertarse siempre estaba muy ronca y sentía extraña la garganta, pero como no presentaba dolor, no tenía idea de que pudiera ser un problema de reflujo, sin embargo, después de comenzar con el tratamiento ya no se sentía así.

En la tercer consulta, la paciente llegó a su peso ideal, había perdido en total 9kg de peso y tenía un porcentaje de grasa aceptable. Los más importante era que ya no sufría de mal aliento. Suspendimos las gotas de cardo mariano, pues al rededor del iris ya se veía la esclerótica muy limpia. Ella se comprometió a seguir con los buenos hábitos que había aprendido para prevenir el reflujo y el hígado graso y para mantenerse en su peso ideal.

Nut Tere Ramirez

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2 Comentarios

  1. Patricia Ontiveros Quintanilla dice:

    Buenas noches, me puedes decir el costo de la consulta?
    Gracias

  2. David dice:

    Tengo mal aliento. En que me puede ayudar… espero respuesta

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