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Marcela Bortoni

Nutrióloga
e Iridóloga

Obesidad Infantil

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Un niño gordito casi siempre despierta ternura en sus padres, quienes orgullosos sienten que esos cachetitos y ese cuerpecito rebosante son sinónimo de buena salud. El caso es que este niño que a todos atrae en un abrir y cerrar de ojos puede pasar de ser un chiquillo llenito a un niño con problemas de sobrepeso. En ocasiones los padres intentan demostrar cariño a su hijo mediante la comida, incurriendo en errores como calmar su llanto con golosinas o premiar su buen comportamiento con una hamburguesa y papas fritas. Con ello lo único que se logra es que el pequeño considere la comida como un medio para calmar necesidades afectivas u obtener placer en momentos de angustia, asociación que a largo plazo genera un sobrepeso seguro.

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La obesidad infantil es una situación cada vez más frecuente en nuestro país. Las estadísticas de la Secretaria de Salud demuestran que más del 40% de los niños entre 6 y 12 años sufren de sobrepeso. La Organización Mundial de la Salud afirma que de los 120 millones de personas en el mundo que padecen sobrepeso y obesidad, alrededor del 20 a 30% se trata de niños en edad escolar.

La acumulación excesiva de grasa en el cuerpo aparece desde edades tempranas debido a la combinación de una dieta inadecuada, horas de inmovilidad física y cierta predisposición genética. ¿Problema Hereditario? “Es que los papas son gorditos” es la frase más utilizada para justificar el sobrepeso; si bien la carga genética tiene cierta influencia, factores como una alimentación rica en grasas (empanizados, papas fritas, embutidos, quesos grasosos como el amarillo, cereales de caja con colorantes, etc), la falta de ejercicio y problemas psicológicos son los principales responsables de su desarrollo.

En la mayoría de los niños el problema inicia por lo general a partir del 1° año de vida, cuando la madre deja de dar a su bebé la leche materna para dar paso a las papillas y después a los alimentos de la dieta familiar. El gusto por las golosinas y la invasión de la comida chatarra, aunado a las pizzas, hamburguesas, salsa catsup, refrescos embotellados, jugos artificiales y pollo frito que tanto son de su agrado, también son propicios para avanzar hacia la obesidad. De igual manera, comportamientos sedentarios promovidos por las horas que pasan los niños enfrente del televisor o computadora, evidentemente repercute en la acumulación de grasa. Más allá de la apariencia Principales complicaciones que con el paso del tiempo ocasiona la obesidad infantil: problemas cardiovasculares, hipertensión, ateroesclerosis e infarto al corazón, diabetes, colesterol y problemas renales; problemas de rodillas y espalda, apnea del sueño (suspensión transitoria de la respiración), baja autoestima y depresión. Al revisar la tabla de pesos si te das cuenta que tu hijo/a están por encima del ideal, es mejor que visites a tu nutrióloga.

El objetivo es enseñarle a comer, jamás ponerlos “a dieta”, sino darles las opciones para que conozcan sus cantidades junto con las combinaciones correctas de alimentos. Es de suma importancia poner orden en la despensa y solo tener comida saludable. Imprime la lista del Super Saludable

Para que nuestros hijos aprendan a comer sano es necesario que nosotros como padres lo hagamos.

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1 Comentario

  1. marcela dice:

    es algo que tiene solucion, solo es cuestion de hacer pequenos cambios en nuestra forma de comer, no se trata de comer menos, sino de saber que comer. Aprovecha nuestro 2×1 en nuestro consultorio. Tel. 11.33.65.31

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