¿Por qué te da tanto sueño después de comer?
Se le llama somnolencia postprandial, pero es mejor conocido como el “mal del puerco”.
Si después de desayunar o comer es difícil concentrarse en actividades de la escuela o el trabajo porque sientes sueño o cansancio, el problema podría ser lo que estás comiendo. A veces un trago de agua fría o caminar un poco puede ayudar a retomar la energía, pero si esto no parece suficiente, quizás estás cometiendo alguno de los siguientes errores:
1. Le falta proteína a tu platillo
En muchas ocasiones cuando queremos cuidar nuestra alimentación, cambiamos nuestros platillos por ensaladas, pero muchas veces olvidamos agregar la proteína. La proteína es un factor importante para obtener energía y evitar el sueño después de comer. También nos ayuda a permanecer satisfechos durante más tiempo.
2. Pides a domicilio o comes fuera en lugar de llevarte comida preparada en casa
Normalmente, el comer fuera de casa, implica comer porciones más grandes. Esas porciones extras también nos puede causar el famoso “mal del puerco”, y si nosotros preparamos nuestros alimentos y los llevamos a la escuela u oficina, es más fácil controlar las porciones y comer solo lo suficiente.
3. Tu platillo es alto en carbohidratos o grasas
Pan, pasta, arroz blanco,… éstos tipos de carbohidratos refinados no contienen la suficiente fibra ni proteína para darnos sensación de saciedad. Si tu platillo contiene este tipo de alimentos, lo más probable es que se va a elevar la glucosa en sangre, generando un pico alto que después va descender rápidamente, lo cual te hará sentir cansado y de mal humor. Por otro lado, si contiene mucha grasa, causa inflamación y toda la energía se va a concentrar en digerir en lugar de trabajar.
Aparte de tomar en cuenta estos tres puntos, también podemos realizar actividades en equipo para mantenernos más alerta al fomentar el intercambio de ideas. Asimismo, evita dejar para después de comer las actividades que son más tediosas o complicadas y mantente activo en tus descansos.